¡Y tras un duro día de trabajo llega nuestra recompensa, todos a descansar! Hoy hemos empezado el día con una bonita vista de la Torre Eiffel desde nuestras ventanas del hotel “Mercure”, tras una larga noche disfrutando del espectáculo luminoso de ésta.
A las 7:30 todos nos encontrábamos desayunando en el restaurante del hotel. Al terminar de desayunar todos hemos tenido que volver a nuestras respectivas habitaciones para coger nuestras maletas y encaminarnos hacia el “Arco del Triunfo”, lleno de turistas a su alrededor para admirar su esplendor.
El autobús nos dejó en la “Plaza de la Concordia”, una gigante e interminable plaza de la cual todos nos hemos quedado boquiabiertos por su diferencia con las españolas. En el medio de esta plaza, se encuentra una columna muy conmemorativa de los egipcios, el “Obelisco”. Desde aquí también podíamos observar la “Iglesia de la Madeleine”, “Los inválidos”, “La Asamblea Nacional”, “Las Tullerias”…
Antes de llegar a la “Iglesia de la Madeleine”, los amantes del automovilismo estuvimos esperando la llegada de Fernando Alonso a la F.I.A, pero nos dejó plantados. Dando un paseo hemos llegado a la “Iglesia de la Madeleine”, mientras veíamos la nueva tendencia parisina en los escaparates de las tiendas más caras. A cada uno nos gustó una cosa de la iglesia; a unos el exterior, a otros los frontones, a otros la escalinata, sin dejar indiferente a nadie.
Juntando la chatarrilla de todos, dejamos la entrada de un reloj Cartier en la Plaza de Vendôme, que tan solo valía 28000 euros. Tranquilo Luis Ángel, que ya te llegará la factura. A Nagore se le antojaron unos guantes muy modernos en una tienda muy Cool, eran baratos, tan solo 330 euros.
Eso sí, todos hemos cenado de bocadillo en una triste gasolinera de camino a Gante, ya que nos hemos pasado del presupuesto.
Bueno, y antes de salir de París, que vimos mucho má, bajamos a mear al Louvre, que por lo menos quisimos dejar nuestra huella. Después fuimos a Notre Dame, pasando por el puente del arte, donde había mucho amor encadenado. Y por fin llegamos a la isla más antigua de París, la cité, no vimos a ninguno de los presos, pero sí mucho policía, muchos estudiantes de otros países y parejas de enamorados, como alguna de esta clase.
Y por fin a llenar la panza, (antes habíamos vaciado los bolsillos comprando sudaderas, camisetas, y otros artículos), en el barrio latino, cada grupo a un tipo de restaurante, aunque ganaron los italianos aunque estábamos en Francia.
Y por la tarde, lo que todos deseábamos, LA TORRE EIFFEL, en la que los valientes de la clase, subieron, a pié o en ascensor, y los forzudos la sujetaron en sus manos, en sus espaldas, la empujaron, la besaron,….. ¡qué cansancio!
Y pareciendo la oca pasamos de Juana a Juana, todas grabadas al mismo volumen, la loca y la de arco, ¡qué ameno el autobús! Por eso algunos perdieron al tute y a la escoba. ¡Carmen que mal juegas, dedícate a las mates que se te dan mejor!
Y para colmo hemos tenido que caminar para llegar al hotel, con la maleta, las bolsas, las sudaderas, los souvenires,…hasta la cena. ¡cómo para no estar cansados! Por eso el conserje sólo nos regañado unas, …. Cinco veces,…..VAMOS BIEN.
Andoni, no nos hemos olvidado de ti, por eso estamos preparando un panorama maker con la torre Eiffel desde muchos ángulos, eso sí, “sin mover los pies del suelo, y a la misma altura”
